SOBRE EL LENGUAJE Y LA ENSEÑANZA.
Nuestra
noción de la realidad esta moldeada, en mayor parte, por el lenguaje. Toda
cuanta está al alcance del lenguaje es sujeto de análisis, aprehensión y
comprensión. En este sentido, la escuela, la formación, la enseñanza y el
aprendizaje esta constantemente permeada por el lenguaje. Nuestro primer
acercamiento a la instrucción se da a través de la imitación y la transmisión
de un presupuesto lingüístico básico que nos permite relacionar una serie de
ideas, relaciones e interacciones dentro del contexto familiar, hecho que nos
permitirá desenvolvernos de una manera más o menos efectiva dentro del ámbito
escolar en sus primeras estancias. Así pues, de ese momento en más, el lenguaje
será la primera herramienta y objeto de enseñanza en la educación básica. Una
de las principales razones para tal factor es que el lenguaje es que, como ya
se mencionó, el lenguaje es el vehículo de ideas y conceptos que se van
tornando más complejas a medida que se avanza en la formación y por ende, es
necesario un correcto uso y control del mismo para la efectiva comprensión de
los conocimientos que se transmiten en la escuela.
Teniendo en
cuenta lo anterior, es posible concluir que el lenguaje es una herramienta
transversal a todas las disciplinas en las que se pretende formar al estudiante
a la escuela. Del mismo modo, el lenguaje capacita al usuario de una educación
en ciernes, para entablar relaciones inter e intrapersonales que le ayuden a
desenvolverse de manera correcta en un contexto, así pues, el lenguaje y la apropiada formación en el
mismo permite entender las distintas lógicas sociales que le rodean. La manera en que nos relacionamos con los demás
sería muy distinta y un poco más complicada si no hubiésemos tenido la
capacidad de entender lo que nos era dicho cuando nos aconsejaban saludar a los
mayores de manera respetuosa, no confiar en los extraños e inclusive, tratar
con amabilidad a nuestros amigos en la escuela. Por ende, el conocimiento de la
normatividad de un lenguaje es primordial para entender y aplicar las distintas
normatividades sociales y académicas, dado que todo lo que pensamos, aprendemos
y comunicamos lo concebimos en términos de este código.
Por otro
lado, el lenguaje también posibilita la
construcción del conocimiento lógico-matemático dado que las primeras etapas de
la enseñanza del mismo se da en términos de ejemplificaciones de la vida diaria
y metáforas que, de encontrarse alguna tara en el uso del código lingüístico
que se usa para tal, se vería obstaculizado gravemente. Por ejemplo, cuando nos
enseñaban a sumar, se nos decía que teníamos tantas o cuantas manzanas a las
cuales se les agregaba otra cierta cantidad; si no se tuviese la capacidad de
significar el concepto de “manzanas”, de que los términos “dos” o “tres” se
refieren a una cantidad específica, habríamos de encontrarnos en una
encrucijada al momento de enseñar o aprender matemáticas. En concordancia con
lo anterior, el lenguaje se empieza a nutrir de códigos basados en distintas disciplinas que
amplían el panorama lingüístico del usuario, permitiéndole hacer
extrapolaciones, análisis y comparaciones que lo llevan a la construcción de
nuevos conocimientos a modo de teorías que se enseñan en la escuela.
Finalmente,
si se tiene en cuenta los objetivos de
la educación es sus distintas etapas, referidos por la Ley General de Educación
de 1994, se puede entrever la correlación entre dichos objetivos y la formación
en el uso del lenguaje. Dado que en dicha ley se establece como unos de los
principales objetivos: La capacitación del estudiante para su efectivo
desenvolvimiento en los distintos escenarios sociales y académicos, se hace
necesario que durante el proceso de formación prime la enseñanza del correcto
uso del código y sus distintas aplicaciones. Por ende, cabe preguntarnos que,
dada el carácter fluido y transversal del lenguaje, es posible concebirlo como
elemento transversalizador del
conocimiento, es decir, que permite establecer relaciones entre las distintas
disciplinas; o como elemento transversal del conocimiento y por ende, un
elemento sobre el cual todas las disciplinas deber prestar atención en su
formación.
Comentarios
Publicar un comentario